Proceso de la creación artística, El Una manifestación espiritual
by David Cerpa Alba
“Con la mera revelación de la palabra Modelador pronunciada por sus labios y que proclama su atributo a la humanidad , es liberada tal potencia que puede engendrar a través de las edades sucesivas todas las múltiples artes que las manos del hombre puedan producir... En cuanto es pronunciada esta resplandeciente palabra, sus energías animadoras, agitándose dentro de todas las cosas creadas, dan nacimiento a los medios e instrumentos con los cuales tales artes pueden ser producidas y perfeccionadas. Todas las maravillosas obras que ahora presenciáis son la consecuencia directa de la Revelación de este Nombre...”
(Pasajes de los escritos de Bahá’u’lláh pág. 93)
El proceso creativo de las artes, es íntimamente espiritual y está relacionado a los sentimientos sublimes que el hombre inherentemente posee y en alguna medida, ha desarrollado. Es necesario que el ser humano estreche una relación con su espíritu para llegar a producir obras de arte que realmente alcancen a ser “obras maestras”.
Sin embargo, la creación de la obra artística, que es fruto de la inspiración, se refleja en elementos que son perceptibles por los sentidos. los cuales son vibraciones que se convierten en sonidos y crean notas musicales; o iluminaciones combinadas en tonalidades sobre distintas superficies y formas, creando la obra pictórica; o expresiones del cuerpo humano, fruto de las emociones que luego se convierten en actuaciones teatrales o de danza.
Desde tiempos remotos, el hombre ha tenido formas de expresar diversas inquietudes interiores mediante manifestaciones artísticas. Lo plasmado en estos documentos estéticos, nos sirven como una herramienta para entender la mentalidad del ser humano en esos tiempos, así mismo para apreciar la evolución de la expresión artística ligada a la conciencia humana.
Las cuevas de Altamira en España (La cueva de Altamira, ubicada en la provincia de Santander contiene en una caverna de aprox. 14 metros una serie de pinturas prehistóricas que datan de 12,000 años AC., es uno de las pinturas rupestres mejor elaboradas que existen) , nos muestran que el ser humano desarrolló una predilección por la naturaleza y una habilidad destacada en representar las formas animales en sus momentos tempranos de desarrollo conocidos como la prehistoria.
Posteriormente se desarrolla un arte ligado a la vida cotidiana del ser humano, y que se encuentra grabado en sus principales herramientas, como espátulas, flechas, trituradores y algunos otros enseres. El “arte utilitario” o artesanía de esta forma, ha sido la expresión del espíritu humano desde hace muchas decenas de siglos atrás habiendo logrado niveles de belleza altamente conmovedores y refrescantes.
Algunas veces genera mucha discusión la división entre los distintos tipos de arte, debido a que algunas artes pueden ser demasiado utilitarias como para considerarse como tales, o adquirir formas de disciplinas asociadas con la actitud personal. No pienso hacer una división entre lo que pueda considerarse arte o no, debido a que es una tarea muy difícil debido a la multiplicidad de culturas que existen en el planeta y los conceptos que cada una pueda tener.
Los escritos de Bahá’u’lláh tienden a unificar el conocimiento. Pareciera no haber una relación muy distante entre ciencia, arte, y oficios pues son vistos como frutos del conocimiento otorgado al hombre por la Generosidad de Dios. “El tercer Tajallí, es concerniente a las artes, oficios y ciencias. El conocimiento equivale a alas para la vida del hombre y una escalera para su ascenso. Su adquisición incumbe a todos... Grande en verdad es el honor de los científicos y artífices de los pueblos del mundo...” (pág. 56 de las Tablas de Bahá’u’lláh EBILA).
Más que hacer una clasificación de las artes, me interesa describir el proceso creativo de las artes en el ser humano como un proceso espiritual
LA BELLEZA Y LA SUBJETIVIDAD
Uno de los más importantes pintores del siglo XX ha sido Wassily Kandinski, considerado como el padre de la pintura abstracta. En el tratado escrito por él “De lo espiritual en el arte y de la pintura en particular” el autor describe la belleza como algo eminentemente subjetivo y como un fruto que el alma aflora en la obra artística.
“... el artista tiene una triple responsabilidad 1º debe hacer fructificar el talento que ha recibido 2º sus actos, pensamientos y sentimientos, como los de cualquier otro hombre, forman la atmósfera espiritual que es transfigurada o corrompida por ellos 3º sus actos, pensamientos y sentimientos, son la materia de sus creaciones, las cuales a su vez crean la atmósfera espiritual. Según palabras de Sâr Peladán, es rey no solo por su poder, sino por la grandeza de su poder...
Es bello lo que procede de una necesidad interior del alma. Es bello lo que es bello interiormente.
Uno de los pioneros, uno de los primeros creadores de la espiritualidad contemporánea en la cual se inspirará el arte de mañana, Maeterlinck, escribió:
¨Nada hay sobre la tierra que esté más ávido de belleza y que se embellezca más fácilmente que un alma... Por eso, pocas almas, sobre la tierra, resisten la dominación de un alma que se consagre a la belleza.” (Pág. 105 del tomo 23 historia general de la pintura).
Kandinski explica que la obra del artista es formada también por la actitud y los pensamientos del artista que generan la atmósfera espiritual de la cual se desprende la obra.
La belleza puede tener tantas formas de expresarse como seres humanos existen. Es decir, cada persona tiene un alma en particular con orientaciones y gustos particulares. Esta particularidad del alma tiene que ver entonces con los talentos con los cuales ha sido dotada, y con las diferentes percepciones del mundo real que se traducen en la mente del ser humano.
Si entendemos entonces que existe una individualidad de talentos y de gustos, el universo artístico es infinito en los seres humanos.
El desarrollo del talento artístico es algo necesario para la madurez de las obras. Sin embargo esta madurez se manifiesta mucho más rápido en unos que en otros. Por ejemplo Mozart componía sus primeras obras musicales a los 5 años de edad; mientras que Beethoven lo hacía a los 12. Existen artistas que manifiestan una mayor precocidad de talentos que otros, sin embargo la precocidad no es un factor decisivo para la calidad de la obra artística, el desarrollo del talento es algo que puede demorar más tiempo en otros artistas, pero si mantienen la misma constancia en su arte pueden llegar a un nivel aceptable ambos, tanto Mozart como Beethoven son considerados genios, pese a la diferencia en la precocidad de ambos.
El alma provee constantemente los sentimientos que estimulan el esfuerzo en el desarrollo de las destrezas artísticas. O sea que el talento sin sentimientos, puede parecer como algo mecánico, ausente del magnetismo que crean los sentimientos espirituales como fruto del alma.
EL ARTE Y LA EPOCA
Este es un tema delicado, pues existen artistas que logran complacer los gustos de la época y otros que no. Es interesante apreciar que artistas que sufrieron incomprensión y poca atención en su época fueron un tiempo después de su muerte considerados como genios. Es un caso muy sobresaliente el de Vincent Van Gogh, quien pedía una suma minúscula por sus cuadros durante su vida debido a que nadie deseaba comprarlos, y sin embargo hoy en día valen millones y pueden considerarse entre los más caros de los pintores modernos.
Quizá el caso de Van Gogh sea un ejemplo extremo, pero podemos apreciar la diferencia entre artistas que desean complacer los gustos de una época y los que prefieren dar a conocer sus expresiones interiores como parte culminante de su obra.
Una anécdota acerca de ésto, nos hace pensar en un pintor acusado de demencia por sus contemporáneos, pero considerado uno de los genios más grandes que han existido en la historia de la pintura por los estudiosos en la actualidad, hablamos de Domenico Theotocopoulos conocido como el Greco.
El escritor Julio Clovio cuenta en una de sus cartas “Fui ayer a buscar al Greco para dar un paseo por la ciudad. El tiempo era muy hermoso, con un delicioso sol de primavera que alegraba a todo el mundo. La ciudad parecía estar en fiesta; al entrar en el estudio del Greco me quedé asombrado al ver en las ventanas corridos los visillos tan completamente que apenas podía distinguir los objetos. El Greco estaba sentado en una silla y no trabajaba ni dormía. No quiso salir conmigo porque la luz del día turbaba su luz interior”
Existen sin embargo artistas que pese a las dificultades que encontraron en su tiempo lograron satisfacer los gustos de su época de una forma sorprendente, logrando ser recordados por sus obras hasta la actualidad de la misma manera.
Posiblemente el dedicarse a desarrollar la obra artística sin perder la propia “luz interior” y ajustándose a los gustos de la época es una tarea difícil, esto depende de los elementos constructivos que influencien el alma del artista y por lo tanto a su obra en determinada época.
Existen diferentes épocas en la historia que se sumergen en momentos de degradación y decadencia, ello ocurre también manifestándose por medio de las artes. En estos momentos el artista puede dejarse llevar por la corriente de la época y manifestar en su arte los vicios y corrupción que lo rodean, colaborando de esta forma con el desmoronamiento de su cultura; mientras existen otros más decididos y valientes que se esmeran por no perder su identidad ni ser absorbidos por el medio, éstos últimos son como héroes que permiten la construcción de un sistema nuevo y glorioso.
Los escritos del Guardián nos hacen entender este proceso de una forma sencilla, e incluso nos hablan de su influencia en las artes “Tal vida casta y santa, con sus implicaciones de modestia, pureza, temperancia, decencia y mentalidad clara, comprende no menos que el ejercicio de la moderación en todo lo que concierne al vestido, lenguaje, entretenimiento y todos los pasatiempos artísticos y literarios... Condena la prostitución del arte y la literatura, las prácticas del nudismo y del ¨ matrimonio de compañerismo ¨... Esta no puede tolerar ninguna avenencia con las teorías, las normas, los hábitos y los excesos de una época decadente. Por el contrario, ésta trata de demostrar por medio de la fuerza dinámica de su ejemplo, el carácter pernicioso de tales teorías, la falsedad de tales normas, la frivolidad de tales demandas, la perversidad de tales hábitos y el carácter sacrílego de tales excesos” Shoghi Effendi, El advenimiento de la justicia divina Pág. 47,48
Sin duda alguna el arte de los elegidos en este momento de la historia, que parece ser el más oscuro y el más luminoso al mismo tiempo, depende mucho de la actitud que ellos tengan frente al proceso.
La heroína de todos los tiempos la inmortal Táhirih muestra en su arte una belleza que no tiene una época ni un tiempo, sino una belleza que brota del desapego a las cosas del mundo y una intensa pasión por su “Bienamado” que no es fácil de entender, sobre todo para los que estamos influenciados profundamente por el materialismo reinante. Uno de sus versos nos da la explicación de su arte.
“...Ven. Téjeme nuevamente en tu telar dorado,
con suaves, suaves rayos de luz alborada.
Hilos de oro y plata trae,
y rayos de luna tejido con el manto de la noche,
para ligar las desgarradas y rotas hebras,
que mi corazón con, otrora, dedos sangrantes tejió
sobre el bastidor del sufrimiento,
entre el urdimbre y la trama del amor.
Aún cuando con dorada y bella verba
escrita sobre las páginas de mi corazón,
loe tus almibarados labios y fragante pelo,
no obstante, mi arte todo, jamás desgarrar podría
los enceguedores velos de la prolación.
Aún cuando con maravilloso canto entone
alabanzas de ese amante Amigo,
estas páginas verso alguno mío llevan,
y ver podrás si solo lo miráis,
nada que no sea la huella de
Su evanescente pluma”
Pese a la traducción del persa al español, que en el caso de la poesía hace perder mucho del valor literario real, ¿No emanan acaso belleza pura estos versos? Las expresiones utilizadas por Tahiríh no se limitan a describir los elementos de una época utilizando una expresión intelectual, se abstraen totalmente de ello reflejando una elevada vivencia espiritual en la cual las palabras son solo símbolos que se utilizan para manifestarnos el mundo interior de la poetisa, tan sumiso y tan libre al mismo tiempo.
Los grandes artistas y arquitectos de la conciencia humana son aquellos seres que han influido con su mensaje de tal forma, que han transformado la vida de no solo unos cuantos, sino de millones de personas durante épocas vastas de la historia, sin embargo estos portentos han sufrido la incomprensión y el ataque de los grupos conservadores en su tiempo; así como la devoción y sacrificio de miles de personas por su apasionado amor. Cuando hablamos de estos seres nos referimos a los Mensajeros divinos, fundadores de las grandes religiones, quienes dan las pautas para la formación de la conducta humana y del desarrollo de las artes y las ciencias en las distintas civilizaciones.
Lo interesante del poderoso mensaje revelado por estos sublimes personajes, es que en una expresión adecuada al entendimiento de una época, manifiestan cambios radicales en la sociedad y en la conducta humana. Obviamente esto es debido a la perfecta conexión entre su “obra” y el espíritu generador del cual dependen.
EL FRUTO DEL PROCESO CREATIVO EN LA PRÁCTICA
Si se busca una mayor perfección en la obra artística, esta no puede lograrse si no es a través del esfuerzo constante y la práctica ardua. Como mencionamos anteriormente, para que el talento innato del artista se descubra, tiene que pasar una maduración que en algunos es más lenta que en otros.
El esfuerzo y la voluntad en el artista, actúa muchas veces como un cernidor entre quienes tienen la verdadera vocación y quienes son artistas por afición.
Podemos definir entonces que existiría una conexión entre tres elementos que permiten la manifestación de la obra artística, la voluntad, la mente y el espíritu. Constantin Stanislavski fue uno de los más importantes teóricos del arte dramático moderno. En lo que se refiere al estado creador interno expresa lo siguiente: “Cuando ya se han unido las líneas a lo largo de las cuales se mueven las fuerzas internas ¿Hacia dónde se dirigen? ¿Cómo expresa sus emociones un pianista? Va hacia su piano. ¿Y el pintor? Toma su tela, sus pinceles y sus colores. De la misma manera, el actor se vuelve hacia su instrumento creador espiritual y físico. La mente, la voluntad y los sentimientos se combinan para movilizar todos sus ¨elementos¨ internos.” (Preparación del actor pág. 265)
La mente en el trabajo artístico nos permite conservar la concentración, imaginar y crear, controlar los movimientos y los impulsos abruptos que pueden surgir. La voluntad, que podemos decir es el medio ¨físico¨, permite que nuestro esfuerzo se manifieste y es el constante impulsor de la obra en el mundo ¨real¨. Por último el espíritu es la fuente inagotable del artista, que provee de todos los sentimientos y la belleza indispensables para la existencia del arte.
Obviamente para que exista una armoniosa relación entre los elementos, es necesaria una relajación y una atmósfera de tranquilidad y seguridad que permiten facilitar enormemente el trabajo del artista.
Una atmósfera agradable permite al artista enfocarse en sus aspectos internos con mayor facilidad y olvidar lo superficial.
“Muchos actores, antes de cada presentación, se colocan trajes y se maquillan de modo que su apariencia exterior se aproxime a la del personaje que van a representar. Pero olvidan la parte más importante que es la preparación interna. ¿Por qué dedican tan particular atención a la apariencia externa? ¿Por qué no visten y maquillan el alma también?” (Ibid Pág. 269)
Profundizando un poco más acerca de la producción artística como tal, el genio de Aristóteles nos ofrece una herramienta que pese al paso de los años, perdura como uno de los métodos más interesantes para la elaboración del arte.
En “La Poética” Aristóteles defiende a la tragedia como la mejor expresión artística concebida en ese tiempo. A la tragedia el Estagirita la defiende así “Es, pues, tragedia reproducción imitativa de acciones esforzadas, perfectas, grandiosas, en deleitoso lenguaje, cada peculiar deleite en su correspondiente parte; imitación de varones en acción, no simple recitado; e imitación que determine entre conmiseración y terror el término medio en que los afectos adquieren estado de pureza”.
Pese a lo breve de esta descripción, encontramos elementos ligados al arte que son importantes, esfuerzo, grandiosidad y deleite; pero lo más importante de esta definición se encuentra en “el término medio en que los afectos adquieren estado de pureza”. El estado de pureza o katharsis consiste en una sublimación de sentimientos que permiten que el arte logre su fin, que es el de otorgar belleza y deleitar a las personas que aprecian la obra artística.
El llegar a la katharsis significa dedicación y descubrimiento de la propia voz interior, o del propio estilo, que caracteriza la obra del artista y le permite descubrir una forma de expresión más “bella”. Esta búsqueda de la katharsis significa una introspección en el alma del artista lo que es un proceso de perfeccionamiento, que implica la purificación y sublimación de los sentimientos.
En otro pasaje de “La Poética” Aristóteles nos dice “En efecto: por la naturaleza misma de las cosas persuaden mejor quienes están apasionados; y así, más verdaderamente conmueve el conmovido, y enfurece el airado. Y por este motivo el arte de la poesía es propio de naturales bien nacidos o de locos; de aquellos por su multiforme y bella plasticidad; de estos por su potencia de éxtasis.”
La importancia de la inspiración basada en los sentimientos, es de radical importancia, sin embargo es necesaria una moderación basada no solamente en la forma de amoldar los sentimientos sino en el embellecimiento de los sentimientos y su elevación hacia niveles de nobleza elevados.
La regulación de los sentimientos es propia de las nociones espirituales y morales que norman la conducta, mencionamos antes formas decadentes de expresión que por ser demasiado inmorales pueden considerarse atentados, sea el caso de la pornografía infantil o de otros tipos de degradación que rebajan la condición del ser humano a un nivel inferior.
Por esto el arte, puede ser un arma de doble filo, un medio placentero de regocijo para el alma humana, o un pretexto para la degeneración y la inmoralidad.
EL ORIGEN DE LAS REALIDADES
Existen pautas para entender cómo lo que descubrimos y creamos en esta vida, surge de una realidad superior. Abdú’l Bahá nos explica “Tal como escribiera un poeta persa: ¨El universo celestial está ahormado de tal modo que el mundo inferior se refleja en el mundo superior¨. Es decir, todo lo que existe en el cielo se refleja en el mundo fenoménico” (Abdú’l Bahá en Londres pág. 49)
La metafísica bahá’í explica mediante una forma simple la conexión entre el mundo de los sentidos, o “fenoménico” y el mundo espiritual. Esta conexión hace que el ser humano transforme la realidad de acuerdo a su inspiración espiritual. “...Esta vida presente es como una ola que crece, o un espejismo, o como sombras pasajeras. ¿Puede alguna vez una imagen distorsionada, en el desierto, servir de agua refrescante? ¡No, por el Señor de los Señores! Nunca la realidad y la mera apariencia de la realidad podrán ser la misma cosa, y considerable es la diferencia entre la fantasía y el hecho, entre la verdad y el fantasma de la verdad.
Has de saber que el Reino es el mundo real, y que este mundo inferior es tan solo su sombra desplegada. Una sombra no tiene vida propia; su existencia es solo una fantasía y nada más; no son sino sólo imágenes reflejadas en el agua, y que al ojo parecen una pintura.” (Pasajes de los Escritos de Abdú’l Bahá Pág.,. 179)
Las artes son uno de los mejores medios por los cuales el ser humano puede manifestar una realidad espiritual en este mundo. Posiblemente el principal desafío para los jóvenes artistas, apasionados y conmovidos buscadores de la verdad, sea el éxtasis de las vivencias espirituales expresadas en alguna manera de arte. Los talentos del futuro, o quien sabe, del presente pueden emerger en base a ello.
Director Movimiento Neo Surrealista Arte William.